Básicamente narra la vida de Punpun desde primaria hasta la universidad, creciendo con una familia disfuncional y varios traumas. El ambiente es medio deprimente y oscuro a veces. Se muestra como Punpun lidia con la soledad, la dificultad para hacer amigos, el divorcio de sus padres, la primera experiencia sexual con una persona de su entorno que dista de ser lo ideal… y un amor platónico recurrente al que se aferra pese a que otras mujeres se interesan por él. Al final el mensaje es: “la vida es dura y no tiene solución, hay que bancársela y seguir”.

Oz puede parecer un adolescente típico: despistado, despreocupado y con el único objetivo de pasarla bien. Pero muy a su pesar, es el heredero de la familia Vessalius, uno de los cuatro Ducados y se encuentra en la mansión de su tío Oscar, junto a su hermana Ada y su mejor amigo Gilbert, para llevar a cabo la tradicional ceremonia de transición a la adultez.

Durante su fiesta de 15, todo indica que va a ser una aburrida ceremonia más; pero antes de poder terminar su juramento de lealtad los invaden unos encapuchados que claman estar ahí para juzgar al heredero de la familia Vessalius por el pecado imperdonable que cometió, y condenarlo al Abyss, una prisión aterradora de la que es imposible escapar. Pero por suerte para Oz, o no tan suerte, aparece un gigantesco conejo negro que empuña una guadaña conocido como B-Rabbit y a su lado una chica llamada Alice, que viene a reclamarlo como su “sirviente”…

¿Cuál es el pecado imperdonable que provocó este acontecimiento? ¿Quién es Alice? ¿Qué son “las llaves”? ¿Podrá Oz regalar las 15 velitas y comer la torta? Estos misterios y muchos más se irán revelando -o no- con el correr de la vertiginosa historia.

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